Desde el umbral del olvido

Desde el umbral del olvido

Hada del cariño olvidado, has vuelto a profanar el misterio.

Fuiste la del amor próspero, la sombra que me cubrió en su manto perpetuo,
la del deleite profundo, la siempre presente… y yo, te decía que sí del
corazón para adentro.

Desde el umbral del olvido reapareces, fantasma del ayer, presencia que
acarrea recuerdos fúnebres y un amor que se quedó en la puerta de la
iglesia. Así apareces para desterrar el olvido.

El sol ha secado la sábanas, amor del olvido, amor que me persigue en mis momentos menos cuerdos!

Mi felicidad se nubló esa noche y la tormenta se empecinó con mis
proyecciones, sintiese yo que el futuro sin ti es tácito.

Para acercarme a ti necesitara yo una canción que me acompañe… pero tú?

Para mí, el cariño eviterno fue el motivo. Voz del ayer, amor olvidado y una jauría de recuerdos que vencieron al velo. Velo que no soportó el caudal de lágrimas.

Fuiste el último color del arcoíris, la estrella que completó mi cielo y hoy eres el recuerdo efímero que me desvela en las noches sin luna.

Tu recuerdo es tan lejano ahora como tus manos están de las mías y el
amor que sentí se diluyo como se diluyeron mis lágrimas en el lago esa
noche.

…Y se eclipsó mi cielo esa noche! las estrellas cayeron haciendo meya en el suelo, aún así, hoy vi como tu imagen se confundió con el horizonte.

El último adagio

El último adagio

La vida que reposa más allá del viento,
ha dejado de brillar...
corazón hundido, zozobro de música, amor náufrago
y un enjambre de recuerdos soplaron las velas.

Pareciera que el amor se ha convertido en madera.

La razón que buscaba la luz entre las hojas
ha lanzado su último sollozo.
Sentimiento desencadenado, furia de repente, hemorragia en el alma.