Para ti qué es?

Para ti qué es?

Los pétalos del otoño están en el suelo, las hojas se han secado con el sol y en el viento, un cariño que se levanta desde la ambigüedad de la sombra que ese árbol puso entre nosotros.

Una melodía se arremolinó en mis oídos y un espasmo sacudió el hogar de tu amor.

Como un arco iris que aparece sin la lluvia, así apareces para iluminar el momento, momento sublime, momento esperado, pero efímero.

En mi sueño te abracé, sin embargo el amanecer desvaneció el espejismo. Vacío en el alma que sólo el recuerdo llena, recuerdo que viene a mi en mis momentos menos lúcidos y tristeza que empaña el más claro de los cristales, eres como un momento que sólo existe para mi. Es como contemplar la silueta que has dejado en la cama.

Mi vida se cruzó un día con la tuya, pero hoy el deseo se ha ido junto con la estela que ha dejado tu amor.

Para mi el amor es probar la comida antes que tu para ver si te va a gustar. Pero para ti qué es el amor?

La distancia ha alejado al cariño, cariño que descansa en el momento en que encuentres tu mundo, mundo que gira en torno a una vida, vida que sin ti se acaba y espacio que con tu recuerdo ha abierto sus brazos para un beso, un beso que calla a la razón.

Para mi el amor es mirarte dormida y cuidar tu sueño en las noches, noches largas, noches en las que yo también tengo sueño. Pero para ti qué es el amor?

La felicidad es un privilegio que sólo contemplaré cuando al final de mis días voltee y me hayas acompañado. Pero para ti qué es la felicidad?

Irreverencia que el cariño implora, deseo que se materializa en lo imposible, vida que busca a la tuya para encontrarse a sí misma, rio que busca su cauce entre las piedras, lluvia que buscó mis ojos esa noche, noche que obscureció mi alma y alma que con tu recuerdo sintiese que el cuerpo le estorba, cuerpo que sin el tuyo se cae como se cayeron las estrellas de mi cielo esa noche.

Cuántos deseos.

Cuántos deseos

El viento ha roto los cristales que se encontraban junto a ti esa noche, revuelo de sentimientos que hundieron mi mundo y un futuro difuso que se presentó de pronto.

Esa noche el pozo se llenó con mis monedas.

El tiempo tácito entre las gotas de rocío, tiempo inerte, tiempo infinito, el tiempo se ha vuelto una extensión de mis sentimientos más profundos, tiempo que llega cuando no la tengo.

Esta noche vi la primera estrella sin ti y una moneda más al pozo, pero tú, indiferente y un paso atrás que te sacó de la proyección.

Eres la música que sacudió el tiempo y tú mirabas el vacío, perdida.

La vida feliz se resumía en ti como nuestro amor se resumía en un beso, eras tú la que me decía que sí del corazón para adentro y en tu puerta el futuro.

Si me voy pensaré en ti como piensa un ciego en su último recuerdo de visión. Te dije.

Eras la promesa de amor eterno, la palabra de cariño al oído, la caricia de buenas noches, la melodía dedicada por amor, si lo romántico tenía un motivo lo eras tú. Y yo, una moneda más al pozo.

Cuántos deseos pedidos estas noches, cuántas lágrimas en el lago, cuántas horas he visto esta luna, cuánto tiempo he sentido tu aroma con los ojos cerrados, eras la que dio el significado a al momento, la vida, el tiempo, el espacio y los sentimientos ya no serán los mismos. Fuiste el soplo que apagó las velas esa noche y un torrente de mis ojos que como afluente alimentaron al río.

Quisiera que esta moneda fuese la última.

Mas de pronto....

Mas de pronto.

Amor que en la distancia te encuentras, fuiste tú la que socavaste el tiempo y ahora fulgureces tu mirada hacia él.

Voltear al pasado, inclinar la cabeza al tiempo, tiempo inerte, tiempo tácito, tiempo abyecto, fuiste tú la que trajo la lluvia al campo y ahora eres el sol que ha secado la hierba.

El tiempo ha doblado al espacio y el corazón cóncavo se ha vuelto convexo.

Yo he visto el azul del cielo muchos días, arena se coló entre mis dedos, una música pasó por mis oídos y eras tú la que estaba al otro lado del mar. Eras la voz que se escondió al otro lado del río y tu vida junto a la mía.

Mas de pronto tormenta en el paraíso, sequía en la primavera, revuelo de emociones que retumban los sepulcros al otro lado del sitio donde nunca estuviste. Lagos que se vuelven ciénagas y sentimientos que quiebran al cuerpo.

El recuerdo fue como el viento que se llevó las palabras de mis poemas, poemas vacíos, poemas despojados de la razón.

Una vez hubo lluvia y hubo un paraguas para los dos.

La vida se ha llevado mi espacio de felicidad, sintiese yo el vacío del espacio entero junto a mí esta noche, la soledad ha conquistado el espacio donde habitabas y tu recuerdo con el tiempo se hace efímero.

Yo he sentido el amor verdadero y de eso estoy seguro.
Felicidad al caminar de la mano, abrazo en la noche y sonrisa en la mañana, caminar por sitios llenos y sentirnos solos, he escuchado la música a través de tus oídos y he visto la felicidad a través de tus ojos, mas de pronto, palabras mudas para oídos sordos, conflicto de sentimientos, derrumbe en el alma.

Una vez hubo lluvia y hubo un paraguas para los dos, mas de pronto hoy te vi alejarte y tu recuerdo se diluyó en la lluvia….