domingo, 4 de octubre de 2009

Desde el exilio.

Desde el exilio

Desde aquí, te amo.

Sentí un espasmo en el hogar de tu amor,
un viento que acarrea las almas fúnebres me susurró “amor” y mi cuerpo,
que sólo estorba a un corazón que con tu recuerdo vuela. Así te amo.

Yo, aunque expulsado del amor, sintiese aún la caída de la luna.

Desde el destierro del amor te siento, con esa alegoría que
destrozaste mi pecho, aún te siento.

Yo te veo pasar por el espacio donde sólo mi alma habita,
con esa magia que mueve los robles al otro lado de la montaña,
fuerte, incansable.

El “te amo” no es más que una palabra vociferada por corazones
neófitos, el sentimiento va más allá.
Es como una estrella que sólo brilla para ti y un corazón para dos.

Tan lejos de tu corazón y tan cerca a la vez, que te amo desde el exilio.
Desde el exilio es tan cerca y tan lejos!

Desterrado, expatriado, confinado, refugiado en una esperanza
y desde el exilio, te amo.

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